domingo, 7 de septiembre de 2014

Cine: Anticristo: La fascinación del horror, que le dicen


Cine

EL MONTAJISTA

Ensayos y reflexiones sobre cine

 

Anticristo

La fascinación del horror, que le dicen

 

Por María Julieta Escayola

 

Brutal e hiperrealista. Así es la primera película de la Trilogía de la Depresión que se completa con Melancolía (2011) y Nymphomaniac (2013). Y que corresponde al director Lars Von Trier, que ya sabemos que está totalmente loco y siempre dispuesto a brindarnos algún cóctel explosivo. En esta oportunidad, de patetismo en clave de terror.

Obligando por momentos a girar a un costado para dejar de ver la pantalla con una mueca nauseosa, el film se va desarrollando a través de sintagmas claramente diferenciados (prólogo, dolor, sufrimiento, desesperación, los tres mendigos y epílogo) y, cual capítulo de un libro, narra la historia de un matrimonio que acaba de perder a su hijo en un accidente doméstico.

La ironía es intensa: él es un terapeuta que deberá pasar por un duelo desgarrador. Ella está viviendo su peor momento. Hasta el incidente fatídico, todo, en sus vidas, marcha sobre ruedas. Pero llega la tragedia para dar paso a un sinfín de situaciones y planteos irracionales, absurdos y retorcidos hasta el desenlace horroroso.

Porque cuando pensamos que lo peor había pasado al principio del film, nos dimos cuenta que eso era una aperitivo nomás. Todo va empeorando hasta llegar al paroxismo.

El nombre que le da título al film hace referencia en la teología y escatología cristiana, a una figura que, de acuerdo con las profecías bíblicas, sería el antagonista de Cristo. La palabra Anticristo aparece en las cartas del apóstol Juan que hace referencia a la aparición de un adversario decisivo de Jesús hacia el fin de los tiempos. Von Trier toma prestado dicho nombre para la película en cuestión y convertirlo en una alegoría de un enemigo íntimo, personal y cercano.

Lars Von Trier nació el 30 de abril de 1956 en Copenhague, Dinamarca. Junto a Thomas Vinterberg, el 13 de marzo de 1995, en París, Francia, establecieron las reglas del manifiesto Dogma 95, que se trató de un estilo estético e ideológico de filmar las películas usando al mínimo efectos especiales, exhortando con ello la vuelta a historias más creíbles. Cámara al hombro, iluminación natural, edición improvisada. Las películas del Dogma 95 deben contar con el certificado que acredita estas especificaciones, entre las que podemos nombrar, entre otras, La celebración (de Thomas Vinterberg, Dinamarca, 1998), Los idiotas (de Lars Von Trier, Dinamarca- Suecia- Italia- Francia, 1998) o Bailarina en la oscuridad (de Lars Von Trier, Dinamarca- Alemania, 2000).

Pero Von Trier en la actualidad se apartó de su propia forma de filmar para dar paso a una fotografía y una iluminación impecable y con reglas técnicas y artísticas notables. Así, la Trilogía se caracteriza por la atmósfera etérea, linda, elegante, soberbia, inmaculada, puro deleite que esconde horror.

La dirección de arte es también perversa y malévola. La cabaña y el bosque donde se desarrolla la mayor parte de la película son verdaderos lugares mefistofélicos.

 

Por otra parte, a los actores se los ha puesto a pruebas indecibles. Pero también hace que su labor se luzca. ¿Era necesario tanto? Sólo dos serán los protagonistas y quienes aparezcan en esta obra truculenta. Ella, Charlotte Gainsbourg, es la hija de la mítica pareja compuesta por Serge Gainsbourg y Jane Birkin y que revolucionaron Francia con la canción Je t’aime… moi non plus allá por los setenta. Dueña de una destreza expresiva sin igual, se entrega por completo a las órdenes de este orate. Él, Willem Dafoe, desafía sus propios límites  explorando estos nuevos caminos expresivos.

Verla cuesta caro en la psiquis del espectador sensible. No es apta para todos y verdaderamente nos encontramos con una película inclasificable por momentos, pero de terror en otros. De terror. En serio.

La película es buena, pero, les recomendamos algunos tips para poder verla: 1. Asegúrese de no verla solo. 2. Sepa que es una película, algo filmado, irreal completamente, porque de lo contrario la transferencia puede ser horrorosa. 3. Debe estar convencido de no tener poderes sobrenaturales, como lo tienen las respetadas brujas. ¿No entiende lo que acabamos de escribir? Vea la película y después nos dice.

Si están decididos a verla, entonces, ¿están preparados para una verdadera experiencia espeluznante? Pero no una experiencia en que los gritos, lo fantasmal o lo gore y demás clichés acaparan la pantalla. En ésta, es diferente. Cala hondo. En lo profundo del ser. Porque parte de una situación que puede darse en forma cotidiana y se convierte en algo extraordinario, maléficamente hablando.

 

No se necesita ser creyente para que les de miedo. Es más, estamos convencidos que quienes se van a sentir más afectados son los mismos ateos en que verán el derrumbe de lo inevitable.

 

FICHA TÉCNICA:

Título: Anticristo

Dirección: Lars Von Trier

Producción: Meta Louise Foldager

Guión: Lars Von Trier

Fotografía: Anthony Dod Mantle

Montaje: Anders Refn

Protagonistas: Charlotte Gainsbourg- Willem Dafoe

Dinamarca- Alemania- Francia- Suecia, 2009

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