sábado, 5 de julio de 2014

Deportes: La pelota no se mancha


Deportes

La pelota no se mancha

Por Julia Volonté

 

El hombre debe, puede y necesita jugar. El fútbol lo ha olvidado.
D
ANTE PANZERI

               Hasta donde llegan mis recuerdos, en mi casa se seguían con pasión los mundiales de fútbol. Una tradición que continué religiosamente cada cuatro años. Pero por primera vez he decido declararme anti mundial y no disfruto, con todo el ritual necesario del hincha a mirar los partidos. Las razones son varias, pero sin lugar a dudas la que mejor resume es la frase de Panzeri que inicia esta nota. El periodista publicó un libro en 1967 que lleva por título Fútbol dinámica de lo impensado donde entre otras cosas advierte los efectos que el progreso de la “revolución industrial” provoca en este deporte. Señala que se ha puesto demasiado dinero en juego lo que por un lado conlleva a una suerte de deshumanización-desafectividad del jugador con el juego, al mismo tiempo se va reemplazando al ídolo nacido por el  ídolo inventado por el aparato publicitario. Puntualiza que el fútbol se ha transformado en una industria del espectáculo derribando así al fútbol como juego profesional y por ende se convirtió en el dominio de minorías.

          A la luz de este análisis como interpretar las cifras siderales gastadas desde la FIFA y el estado brasileño para acondicionar o hacer estadios por ejemplo. Por no hablar de las cifras siderales que manejan en sus pases y sueldos los “ídolos” en este siglo. ¿Dónde podemos ver en esos céspedes y botines el placer del y por el juego?               .  
          A propósito de la industria del espectáculo, vemos cómo contradictoriamente se puede dar a publicidad para que el mundo se entere de los horrores que se viven en lugares distantes del mundo mientras se juegan los partidos. Así se pudo observar cómo en las tribunas del partido Argentina - Nigeria se denunció al grupo islamita Boko Haram http://www.elpais.com.uy/mundo/boko-haram-se-cuela-mundial.html

          Vemos que las líneas que separan el fútbol de negocio y política se difuminan cada vez más. Y entonces es muy difícil no entremezclar las opiniones futboleras con definiciones que van mucho más allá porque poco queda de la pelota rodando en el verde. Y poco queda de aquello que decía Panzeri que “exceptuando al hincha, que es todo pasión romántica, a veces cándida o agresiva, pero romántica siempre, los demás agentes del fútbol están sepultados por la angustia de las propias dimensiones de su condición de negocio del espectáculo”.

    Y por último rescatar esa imagen maravillosa que nos deja el Negro Fontanarrosa en el Viejo con árbol https://es-la.facebook.com/notes/negro-fontanarrosa/cuento-viejo-con-%C3%A1rbol/22364627997 (para leer).

 

    Ese fútbol donde la pelota no se mancha y donde la pasión cándida del hincha conserva su mayor tesoro.

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