jueves, 11 de diciembre de 2014

Cultura: Día Nacional del Tango


Cultura

Día Nacional del Tango

- 11 de Diciembre –

Por Fernando Volonté

    Relatan las crónicas de época que la idea de conmemorar un Día del Tango (expresión cultural que tiene su origen en la fusión de aportes afroamericanos, criollos y de inmigrantes europeos que nos identificanal, que tiene su origen ) fue una ocurrencia del periodista y productor Ben Molar, y la elección de la fecha es consecuencia del nacimiento de dos de los mayores íconos tangueros: Carlos Gardel y Julio De Caro, ambos nacidos un 11 de diciembre (Gardel, en 1890; De Caro, en 1899).

    La ocurrencia llegó a Molar un 11 de diciembre de 1965, mientras iba caminando a la casa de De Caro para festejar su cumpleaños y cayó en la cuenta de que tanto su amigo compositor como el “zorzal del tango” compartían la misma fecha de nacimiento. Molar presentó inmediatamente la propuesta al Secretario de Cultura de la Ciudad de aquel entonces, pero la propuesta tardó 12 años en instrumentarse y en noviembre de 1977 se firmó el Decreto nº 5830/77, que instituía la celebración del Día del Tango, el cual desde entonces se conmemora en todo el mundo.

    Seguidamente, Molar propició la aprobación de un decreto con alcance nacional, y así fue concedido, dándose lectura al Decreto nº 3781/77. Como dato anecdótico, el 11 de diciembre de aquel 1977 se celebró un festival conmemorativo, que terminó cuando Julio De Caro subió al escenario y unas quince mil personas le cantaron el feliz cumpleaños.

    Posteriormente, con el retorno de la democracia, el Senado y la Cámara de Diputados de la Nación promulgaron la Ley Nacional del Tango (Ley 24.684), publicada en el boletín oficial del 14 de agosto de 1996, y posteriormente reglamentada por el Decreto Nacional 627/98. En su Artículo 1º, esta ley establece: “Declárase como parte integrante del patrimonio cultural de la Nación a la música típica denominada ‘tango’, comprendiendo a todas sus manifestaciones artísticas, tales como su música, letra, danza y representaciones plásticas alusivas.”

Carlos Gardel

    Una de las versiones históricas más aceptadas nos cuenta que nació en Toulouse, Francia, el 11 de diciembre de 1890. Hay unanimidad en el hecho de que vivió desde su infancia en Buenos Aires y se nacionalizó argentino en 1923. Falleció el 24 de junio de 1935 en Medellín, Colombia, en un accidente aéreo. La persona y la imagen de Gardel ha sido objeto de idolatría popular, especialmente en Argentina y Uruguay, colocándolo en un lugar de mito y símbolo cultural que aún mantiene su vigencia.

    El escritor Horacio Salas nos dice en su libro: “A más de siete décadas de su muerte todavía se buscan explicaciones intelectuales, que en el fondo no hacen otra cosa que agregar nuevos elementos a su mitología. Durante mucho tiempo se dijo que la permanencia de la popularidad de Gardel se debía a la identificación que sentía el argentino medio, hijo de la inmigración, con la historia del cantor. Gardel era el hombre que había llegado a cumplir los sueños de la mayoría: tener pinta, mujeres, fortuna, amigos y una voz inigualada. Había logrado cantar vestido de etiqueta en los cabarets de París y había sido aplaudido y amado por las multitudes de América latina. Era un hijo de inmigrantes (en este caso inmigrante él mismo) de padre desconocido, que había logrado superar su origen a fuerza de tenacidad y trabajo: un ejemplo en una sociedad joven necesitada de modelos. La explicación sin duda era válida durante los años treinta y cuarenta. Pero, con el paso del tiempo, ¿cuál es la explicación de su perdurabilidad?”

 

Julio De Caro

 

En recuerdo de mi tío Julio César

Volonté, un “decarista” de ley

    Julio De Caro, fue un destacado violinista, director de orquesta y compositor de tango argentino que nació en Buenos Aires, el 11 de diciembre de 1899 y murió en Mar del Plata, Argentina, el 11 de marzo de 1980.

    En 1924 formó el sexteto que estaba llamado a fijar las normas del tango clásico. Ese conjunto lo integraban Julio y Emilio De Caro en los violines, Pedro Maffia y Luis Petrucelli en los bandoneones, Francisco De Caro en el piano y Leopoldo Thompson en el contrabajo.

    La orquesta de Julio De Caro inició el ciclo que se conoce como "la guardia nueva" del tango, y cuya evolución puede seguirse hasta las revolucionarias innovaciones de Astor Piazzolla. Esta nueva escuela se enriquecería con figuras de la talla de Osvaldo Fresedo, Aníbal Troilo, Osvaldo Pugliese y Horacio Salgán. A partir de De Caro y sus continuadores, el tango empieza a ganarse el título de "música de Buenos Aires", acaso porque esta denominación disimulaba sus orígenes arrabaleros.

    De Caro incorporó al tango numerosos recursos técnicos de la música culta, especialmente en materia de armonía y contrapunto, sin desvirtuar las esencias rítmicas y melódicas del género. Algunos de esos aportes fueron el acompañamiento armonizado del piano, los fraseos de los bandoneones y los contracantos del violín, que forman melodías de agradable contraste con el tema central. También incluyeron solos de piano y bandoneón, expresados con una riqueza armónica y sonora hasta entonces desconocida. Algunas obras compuestas por De Caro son "Mala junta", "Boedo", "El monito", "Buen amigo", "Tierra querida", "El arranque", "El mareo", "Chiclana" y "La Rayuela". En cierto sentido, Julio De Caro es a la orquestación del tango lo que Carlos Gardel al modo de cantarlo: figuras que han marcado un antes y un después en la historia de esta canción popular.

 

Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad
    El tango, género musical originario del Río de la Plata, fue declarado en el año 2009 por la UNESCO Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, tras un pedido conjunto de Argentina y Uruguay. Las dos naciones habían impulsado al tango en conjunto y en representación de las ciudades de Buenos Aires y Montevideo, respectivamente, en octubre de 2008, porque ambas "comparten el nacimiento, la tradición y la pasión por el tango". 

No hay comentarios:

Publicar un comentario