Deportes
Comienza un nuevo Mundial
Por Roberto
Serafín García
No amigo lector, no estoy hablando de fútbol.
El próximo sábado 30 de agosto, España recibe a otras 23 selecciones nacionales
y dará comienzo el 17º campeonato Mundial de Básquet, desde aquel primero
realizado en Buenos Aires en 1950 y que ganara el equipo argentino.
No es un evento más para nuestro deporte. Y
no es un evento más, por los intérpretes del equipo argentino. En los últimos
doce años, la selección de básquet, bien llamada ahora “El Alma”, le dio al
deporte del país muchísimas satisfacciones y a todos nosotros grandes ejemplos.
Los logros en competencias son los siguientes:
• Medalla de plata en el Mundial de Indianápolis 2002
• Medalla de plata en el preolímpico San Juan 2003
• Medalla de oro en los Juegos Olímpicos Atenas 2004
• Medalla de plata en el premundial 2005
• Cuarto puesto en el Mundial de Japón 2006
• Medalla de plata en el preolímpico Las Vegas 2007
• Medalla de bronce en los Juegos Olímpicos Beijing 2008
• Medalla de bronce en el premundial Puerto Rico 2009
• Quinto puesto en el Mundial de Turquía 2010
• Medalla de oro en el Preolímpico de Mar del Plata 2011
• Cuarto puesto en los Juegos Olímpicos de Londres 2012
Los ejemplos para todos nosotros: Trabajo,
sacrificio, corazón, solidaridad, esfuerzo conjunto, donde “el equipo” siempre
es más importante que la suma de cada uno de los elementos que lo componen, o
dicho de otra manera el “nosotros” es más importante que el “yo”. Todo eso
agregado a un gran talento.
Se la conoce y reconoce en el mundo como la
“Generación Dorada” después de la Medalla de Oro en Atenas 2004.
Aunque la historia comenzó mucho antes, en
1985, cuando el inolvidable León Najnudel tuvo la brillante idea de organizar
la “Liga Nacional”. Ahí comenzó a gestarse, tal vez, la página más brillante
del deporte argentino, por los logros deportivos y por los valores que
trasmitieron y los que siguen trasmitiendo los distintos jugadores que la
integraron y la integran.
El próximo sábado, en Sevilla, afrontará la selección argentina
una nueva competencia. Muchos jugadores jóvenes van a relevar a históricos
ídolos deportivos, y junto a otros más
veteranos liderados por su capitán el gran Luis Scola, seguirán el rumbo que
marcaron Hugo Scolochini, Fabricio Oberto, Pepe Sánchez, Alejandro Montecchia,
y el grandioso Manu Ginóbili, entre otros. “El Alma” sigue intacta y la
Argentina sentirá el respeto ganado por más de una década. La transición
generacional puede que deje al podio algo lejos, pero lo que estará siempre,
como una antorcha que marque el camino, será, además del talento, el trabajo,
sacrificio, corazón, solidaridad, y el esfuerzo conjunto que son la marca de
una generación que es digna de imitar.
Como dijera el periodista Bruno Altieri “Bienvenidos, entonces, al terreno donde
todos los sueños pueden ser posibles, bienvenidos a la casa de la selección
argentina de básquetbol, el mejor equipo de todos los tiempos”.
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