Teatro
Hija de D10s
Por Julia
Volonté
FICHA
TÉCNICA:
Elenco: Dalma
Maradona, con la participación de Mariano Bicain
Autoría: Erika
Halvorsen y Dalma Maradona
Dirección: Erika
Halvorsen
Coordinación
de producción: Florencia Méndez Acuña
Escenografía: Alejandro
Mateo
Vestuario: Denise
Romano
Fotografía: Machado
Cicala Morassut
Diseño
audiovisual: Benjamín Amadeo
Ilustraciones:
Costhanzo
El domingo 27 de julio en la sala Enrique
Muiño del Cultural San Martín, se presentó la última función de Hija de D10s,
teatro documental. La obra que es un diálogo entre Dalma Maradona y un pibe
maradoniano representado por Mariano Bicain se apoya en multimedia, fotografías
y videos inéditos de Diego Maradona y su familia. Y los ya conocidos momentos gloriosos
del astro en una cancha.
El eje de la obra es el recorrido de la
vida de Dalma y su compleja relación con la fama que la recibe al nacer. Y la
complicada relación con su padre. A través de la ironía, por momentos la burla
hacia ese D10s, que el público, futbolero o no, idolatra, la actriz abre la
puerta de la intimidad familiar, y de sus recuerdos y su lugar como hija.
Cuestiona las excentricidades de su padre como festejar su casamiento en la
pizzería Las Cuartetas en calle Corrientes y luego la fiesta en el Luna Park y
se pregunta a mi hermana y a mí no sé quién nos llevó. Asimismo es una catarsis
donde pone a flor de piel sus enojos cuando ante los caprichos de su padre deja
al descubierto los roles invertidos.
También es una crítica y reflexión sobre el
público y la forma irracional en que venera al futbolista, como un fans que le
hizo pintar la mano a Diego y se la apoyo en su panza para ir a tatuársela.
El objetivo de la obra no es hacer juicios
valorativos del astro, y ese es el pedido de la actriz, júzguenlo como futbolista, de todo lo demás me encargo yo nos
dice.
Es una obra para reír, y para una vieja
maradoniana como la que firma esta nota, es una obra para llorar, al revivir
los momentos gloriosos que alguna vez se disfrutaron en una cancha. Y es sin
lugar a dudas una obra para la emoción por la dulzura con que Dalma abre su
corazón para homenajear a través de la pirueta de la ironía a su padre.
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