lunes, 17 de noviembre de 2014

Turismo y medio ambiente: Sobre el Parque Nacional Talampaya en la Provincia de La Rioja


Turismo y medio ambiente

Sobre el Parque Nacional Talampaya en la Provincia de La Rioja

Por Marcela del Rosario Catania

 

     El Parque Nacional Talampaya se ubica al sudoeste de la provincia de La Rioja. La primera categoría de protección que recibe el lugar es la de parque provincial, mediante la Ley 3509 del año 1975. El área es declarada  Parque Nacional el 11 de junio de 1997 por la ley nacional 24.846 el 29 de Noviembre del 2000. La UNESCO lo declaró Patrimonio Natural de la humanidad conjuntamente con el Parque provincial Ischigualasto en San Juan por considerarlos a ambos como una misma unidad. La región está conformada por un sistema de sierras que se extienden de norte a sur. Es una zona de gran valor paleontológico a nivel mundial por la riqueza de fósiles que contiene. Los registros hallados cubren la secuencia casi completa del periodo triásico, de entre 240 y 200 millones de años de antigüedad.

     Los objetios del parque son la preservación de especies y diversidad genética y la conservación de fósiles e investigación científica. Asimismo la protección de una zona perteneciente a la provincia fitogeográfica del monte con vegetación  achaparrada,  hábitat de pumas, zorros, suris y guanacos entre otros. Zona paleontológica importante, con yacimientos de grandes anfibios y reptiles pertenecientes al pérmico y al triásico.

     El parque nacional Talampaya es una conjunción de belleza natural, reserva arqueológica y tesoros paleontológicos. Entre sus notarias formaciones naturales, causadas por los procesos erosivos que forman cañadones de rectos y altos paredones, el agua, el viento y el tiempo moldearon figuras caprichosas configurando un ambiente lleno de misticismo.

     Talampaya, que proviene de una conjunción de voces quechuas y significa "río seco del tala" (tala: árbol autóctono), sintetiza en su nombre los rasgos principales de su paisaje y clima. Existen las denominadas huayquerías, amplios sectores casi desprovistos de vegetación, donde sólo se encuentran unas pocas hierbas carnosas como la verdolaga, especie argentina exclusiva. Es importante saber que la mayoría de las plantas de la región tiene una aplicación en medicina naturista.

     La tierra yerma presenta una vegetación arbustiva, rala y achaparrada, como el retamo, que prácticamente no posee hojas y la fotosíntesis la realiza en sus tallos verdes; las jarillas de follaje brillante y resinoso; y la brea, cubierta de flores amarillas en primavera. También suelen verse algunas cactáceas como los puquis y varios cardones, además de la chica, un arbolito de los faldeos serranos que es endémico de La Rioja, San Juan y San Luis. En cambio, en los cauces temporarios se despliegan bosques abiertos de majestuosos algarrobos y, en Los Cajones, molles de beber.

     Al igual que la flora, las especies animales tuvieron que adaptarse a las inclemencias del clima y, por esta razón muchos de sus hábitos son nocturnos. Ejemplo de esto son los cuises, vizcachas y armadillos, como así también el pichi llorón y el pichi ciego, en peligro de extinción. Entre los herbívoros encontramos a la vicuña, el guanaco y la liebre mara y entre las especies carnívoras habitan hurones y felinos como el puma. Los más curiosos, que dejan verse en las inmediaciones de la entrada a la reserva, son los zorros grises, la chuña de patas negras y la calandria mora. También podremos apreciar de cerca guanacos, lagartijas y el impecable vuelo del cóndor andino que sobrevuela el Cañón de Talampaya.

     Los escarpados y rojizos paredones, además de servir de morada para el chinchillón, una especie de roedor, dan refugio al cóndor y a otras aves rapaces como el águila mora y el halcón peregrino.
Al igual que otros Parques, Talampaya posee varias especies silvestres exclusivas de nuestro país: entre las aves, el gallito arena o pampa-guanaco, el canastero rojizo y el cachalote pardo; y un mamífero como el pichi-ciego o intiquirquincho, pequeño armadillo de hábitos subterráneos.

 

     Talampaya no deja de sorprendernos con su riqueza histórica. Porque no sólo atestigua el recurso geológico y arqueológico, sino que es un increíble yacimiento paleontológico en el que se descubrieron los fósiles más antiguos del mundo de fines del Primario e inicios del Secundario (período pérmico - triásico). Es que Talampaya forma parte de una gran cuenca, integrada también por los campos de Ischichuca, Valle de la Luna y lugares próximos que, hace 200 millones de años y en una superficie de casi 5000km², presenció cruciales cambios en el proceso evolutivo.

     Científicos de la Universidad Nacional de La Rioja aseguran que en la zona de Talampaya se encuentran los únicos yacimientos en el mundo que cuentan con una secuencia completa de estos fósiles originarios de los dinosaurios. Entre sus tesoros se cuenta el Lagosuchus talampayensis, uno de los primeros dinosaurios que habitó la Tierra, hace 250 millones de años en los inicios del triásico. También se descubrieron fósiles de tortugas con una antigüedad de 210 millones de años, como la Palaeocheris talampayensis. Más aún, los mismos investigadores que lograron la incorporación del Cañón de Talampaya como Patrimonio de la Humanidad ante la UNESCO, reconocen el argumento de no haber tenido en cuenta la espectacularidad de las formaciones, ni la importancia arqueológica, ni tampoco su flora y fauna, sino la jerarquía paleontológica sin igual de Talampaya.

     El Parque Nacional Talampaya y el Parque Provincial Ischigualasto, pertenecen a una misma cuenca de 5.000 Km2 y han sido incluidos como sitio natural, dentro de la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, en el año 2000 como nombré al principio.

     El Parque Provincial Ischigualasto, en la provincia de San Juan, es uno de los más importantes yacimientos paleontológicos del mundo, ocupa una extensión de 25 Km. de largo por 10 de ancho.

     Se pueden ver restos de vertebrados que habitaron el lugar en la era mesozoica, hace 180 millones de años. Se observan además, rastros de pisadas de saurios, improntas de helechos y troncos de araucarias petrificadas.

     El Parque Nacional Talampaya, tiene el gran atractivo de sus formidables farallones de roca bermeja y las mil formas fantásticas talladas por la erosión, donde anidan cóndores.

     La parte más visitada es un cañón de 3 Km., donde aparecen toda clase de formaciones y paredones de unos 150 metros de altura. Existen también, valiosos restos arqueológicos: morteros y petroglifos precolombinos.

Los horarios de ingreso al parque son: en temporada invernal: Del 1 de Mayo al 10 de Septiembre de 8.30 hs a 17.30 hs. Y en temporada estival: Del 11 de Septiembre al 30 de Abril de 8.00 hs a 18.00 hs 

Excursiones
Prestadores
En ómnibus:
·        Cañón de Talampaya (hasta el Monje)
·        Cañón de Talampaya (Hasta los cajones)
·        Cañón de Talampaya y cañones del Shimpá)
·        Naturaleza cultura de Talampaya
·        Safari Aventura 4x4
Rolling Travel S.R.L
En omnibus:
·        Cañón Arco Iris
·        Ciudad Perdida
Cooperativa Talampaya
Runacay Servicios Turísticos
En bicicleta:
·        Cañón de Talampaya
Asociación Guías de Talampaya
Trekking:
·        Quebrada don Eduardo
·        Jardín Botánico
·        Catedral Gótica
·        Completa a Quebrada y cañón de Talampaya
·        Cañón (Hasta petroglifos)
·        “Luna llena” nocturna en Cañón de Talampaya
Asociación guías de Talampaya
Runacay Servicios Turísticos

 

     Debido a la fragilidad del terreno, la importancia de los recursos y en pos de una mejor protección se tomó una decisión de manejo para el área: los visitantes deben realizar los paseos siempre acompañado de un guía habilitado por el Parque Nacional Talampaya, bajo alguna de las modalidades ofrecidas en las excursiones. Por tales razones, no se puede ingresar en vehículos particulares y sin guía.

     Incluida en el cobro de acceso al parque, la excursión “Naturaleza y Cultura de Talampaya”, se realiza todos los días. Consiste en un recorrido en camioneta.

     En Semana Santa, vacaciones de invierno y fines de semana largos, existe un cupo de ingreso de 1.350 visitantes diarios en el sector del cañón. Se recomienda organizar el viaje de modo de arribar al parque a primera hora de la mañana a fin de evitar inconvenientes.

     Algunas de las excursiones del parque se pueden reservar con antelación a través de un sistema de reservas on-line. Se puede consultar el servicio a uno de los prestadores en www.talampaya.com

     El parque cuenta con servicio de restaurante en el área del Cañón de Talampaya. Allí se pueden adquirir bebidas, café, minutas y algunos elementos de proveeduría.

     En las inmediaciones del edificio del área de servicios del Cañón, existe un camping organizado, que cuenta con instalaciones de baños y duchas.

     Además de la excursión al Cañón de Talampaya, existen otras propuestas. Las salidas a los circuitos Ciudad Perdida y Cañón Arco Iris, parten desde el Km N° 133,5 de la Ruta Nacional Nº 76, donde se encuentran las oficinas de la cooperativa Talampaya.

     El poblado más cercano al parque es Pagancillo, distante a 30 km del centro operativo del mismo, sobre la Ruta Nacional N° 76. Por la misma ruta y a unos 60 km, se encuentra Villa Unión, donde está ubicada la Intendencia del Parque Nacional Talampaya, a media cuadra de la Plaza Principal. En esa oficina, además de desarrollarse todas las tareas administrativas, se brinda información a visitantes, estudiantes, docentes y público en general.

     Antes de realizar cualquier actividad, infórmese con el Guardaparque. Respete las señales y normas (todas las actividades se realizan con guías), ponga especial cuidado en los recursos arqueológicos y paleontológicos (son patrimonio de toda la sociedad), lleve agua potable, pues en el Parque es escasa. Tenga en cuenta que hay poca sombra. Protéjase del sol. Lleve calentador para cocinar, la leña también se protege. No se permite el acceso con mascotas. Retire sus residuos del Parque Nacional.

 

El presente trabajo ha sido presentado para la cátedra Turismo y Medio Ambiente de la carrera de Licenciatura en Turismo de la Universidad Champagnat coordinado por la Prof. María Julieta Escayola

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